viernes, 17 de enero de 2014

La Comisión Informativa de Derechos del Sahara Occidental mantiene una reunión con la Federación Estatal de Instituciones Solidarias con el Sahara


17/01/2014. 
 


 

Zaragoza.

La Comisión Informativa de Derechos del Sahara Occidental se ha reunido hoy en el Ayuntamiento de Zaragoza con la Federación Estatal de Instituciones Solidarias con el Sahara, un organismo que agrupa a administraciones locales (ayuntamientos, cabildos, diputaciones...) que se declaran solidarias con el Sahara.
La Comisión Informativa de Derechos del Sahara Occidental, presidida por Lola Ranera e integrada por Angel Loren (PP), Leticia Crespo (CHA) y Pablo Muñoz (IU) así como por un representante de UM DRAIGA, AISA, Observatorio Aragonés del Sahara Occidental y el representante del Frente Polisario por Aragón, ha mantenido este encuentro para valorar la posible integración del Ayuntamiento y plantear unas líneas de trabajo comunes. La necesidad de incidir en la protección de los derechos humanos en el Sahara y la existencia de esta Comisión Informativa de Derechos del Sahara Occidental, única en todo el estado español al integrar en su misma composición a todos los grupos municipales, representación del Frente Polisario y organizaciones solidarias, han sido las dos cuestiones más alabadas por la Federación Estatal de Instituciones Solidarias con el Sahara.
Al término del encuentro, todos los integrantes de la Comisión han manifestado su voluntad de continuar con el seguimiento de la causa saharaui, la recepción a activistas y la participación en coordinaciones.

viernes, 10 de enero de 2014

Marruecos condena a un saharaui cuya “liberación inmediata” reclama la ONU

La Marea

10 de enero de 2014

MADRID // Una confesión obtenida bajo tortura y un cuestionable testimonio de otro acusado, probablemente arrancado con los mismos métodos, han bastado para que el tribunal de apelación de la ciudad de Salé (Marruecos) condenara este miércoles a cinco años de cárcel por terrorismo yihadista a un saharaui de 27 años, Mohamed Dihani, cuya “liberación inmediata” reclama incluso el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas.
Dihani lleva ya más de tres años en la cárcel pero, antes de ingresar en prisión, estuvo secuestrado seis meses sin orden judicial y sin que mediara acusación alguna, tal y como considera probado ese Grupo de Trabajo. Cuando finalmente su familia supo que estaba detenido, tras meses de búsqueda desesperada e infructuosa por comisarías y hospitales, los cargos que se incoaron contra él fueron dignos de una película de acción de bajo presupuesto.
A este joven saharaui sin antecedentes que se buscaba la vida comprando piezas de coche en Mauritania para revenderlas en el Sáhara, se le acusó de haber ideado un ambicioso plan para hacer descarrilar un tren en Italia, un país en el que había residido varios años, amén del propósito de asesinar a un miembro indeterminado de la Curia romana, nada menos que lanzando un misil contra San Pedro del Vaticano.
Por estos cargos rocambolescos, y sin que hubiera tampoco ninguna prueba material, Dihani fue condenado en primera instancia a diez años de cárcel por terrorismo, pena que después fue rebajada a seis años en un primer juicio en apelación. En el juicio que se celebró el miércoles, por orden del Tribunal Supremo de Marruecos que ordenó la repetición del juicio en segunda instancia, los jueces podían condenar al joven a una pena de entre “uno y cinco años”, explica Luis Mangrané, el jurista que asistió al juicio en representación del Consejo General de la Abogacía Española y del Observatorio Aragonés del Sáhara Occidental.
Como suele suceder en los casos de saharauis “que se enfrentan al Estado marroquí”, deplora el abogado, el tribunal condenó a Mohamed Dihani a la pena máxima: cinco años. Y ello pese al dictamen de la ONU que reclama su “liberación inmediata” e insta a Marruecos a investigar las torturas que denuncia el joven.
“El tribunal tardó sólo veinte minutos en dictar sentencia. Creemos que, en realidad, la sentencia estaba dictada de antemano”, explica el jurista.
“Todo ha sido un montaje”
El caso de Dihani es, en opinión de Mangrané, “paradigmático” de la estrategia de Marruecos de tratar de relacionar a los saharauis y al Frente Polisario con el terrorismo como vía de desacreditar al movimiento en pro del derecho a la autodeterminación de la que fuera colonia española hasta 1975.
En el dictamen del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzosas de la ONU sobre este caso -un documento del que el tribunal marroquí ha hecho caso omiso- se recoge la denuncia del joven, que asegura que durante su desaparición Marruecos trató de enrolarlo en sus servicios secretos con el fin de servirse de él para relacionar al Frente Polisario con una célula terrorista yihadista.
Recluido en secreto en el centro de detención de la DST (Dirección de Vigilancia del Territorio en sus siglas en francés) en Temara, cerca de Rabat, Dihani sufrió palizas constantes, humillaciones, privación de sueño y amenazas de violación. La salida que los agentes de la inteligencia marroquí ofrecieron al joven para escapar de tales tormentos fue la de trabajar para ellos, convirtiéndose en portavoz de dicha célula terrorista montada y financiada por los servicios de inteligencia marroquíes.
De acuerdo con su relato, Marruecos pretendía servirse de él para señalar diversos objetivos en el Sáhara Occidental y Europa en nombre del Polisario y de Al Qaeda. De esta manera, Marruecos conseguiría afianzar ante la opinión pública internacional su acusación, nunca probada, de que la organización saharaui mantiene vínculos con el terrorismo yihadista. Al principio el joven aceptó el montaje para escapar de la tortura, pero después se echó atrás, lo que selló su condena inicial a diez años de cárcel.
Sin embargo, en éste como en otros casos, el proceso ha estado plagado de irregularidades desde el principio. Para empezar, la desaparición forzosa y las torturas, que no han sido investigadas, señala Mangrané. También la falta de pruebas y un aspecto que arroja serias dudas sobre los cargos que se incoaron contra el joven, como es que acusaciones como la de querer atentar con misiles contra el Vaticano no dieran lugar a algún tipo de  petición de información ni investigación a las autoridades italianas y vaticanas.
Tampoco figura en el auto de acusación de la Fiscalía cómo se iba a financiar este supuesto atentado, ni de dónde procedían unos explosivos de los que no hay rastro, aspectos todos que, para Luis Mangrané, demuestran que “todo ha sido un montaje”.

El Sahara Occidental y el acuerdo pesquero




Heraldo de Aragón.  10 enero de 2014
La Tribuna

El Parlamento europeo aprobó el 10 de diciembre el nuevo protocolo pesquero Unión Europea-Marruecos. Precisamente, el día internacional de los derechos humanos y a pesar de que el artículo 3.5 del Tratado de la Unión Europea determina que “en sus relaciones con el resto del mundo, afirmará y promoverá ... la protección de los derechos humanos, …, así como al estricto respeto y al desarrollo del Derecho Internacional, en particular el respeto de los principios de la Carta de Naciones Unidas”. Sin embargo, los europarlamentarios aprobaban, 310 votos a favor  y 204 en contra, el mencionado protocolo. Ese mismo día, los saharauis que protestaban contra el acuerdo eran torturados y apaleados por la policía marroquí. Marruecos es la potencia ocupante y, conforme a los Convenios de Ginebra, no puede explotar las riquezas naturales del territorio, ni las aguas que lo rodean. La potencia administradora es España y así consta en Naciones Unidas. Durante la vigencia del anterior acuerdo se permitió pescar en sus aguas, aunque ni este protocolo ni anteriores acuerdos determinaban los límites territoriales a los que resultaban de aplicación. El protocolo es un acuerdo nulo por permitir explotar ilegalmente los recursos del pueblo saharaui, contribuye a financiar la ocupación bélica marroquí y a perpetuar una acción ilegal y contraria a la libre determinación de los pueblos. La explotación de los recursos naturales corresponde al Pueblo Saharaui y él debe ser el beneficiario: no los colonos marroquíes ni los pescadores europeos. Los colonos, además de sufrir explotación laboral, fueron traídos para desvirtuar la celebración de un eventual referéndum de autodeterminación y, en la actualidad, son utilizados -a demanda del ocupante marroquí- como fuerza de choque contra los saharauis. Los pescadores europeos deberían dirigirse al legítimo representante del pueblo saharaui, el Frente Polisario, para negociar el aprovechamiento de estos recursos. En cambio, es bien conocido quien se beneficia de la pesca: el invasor marroquí y sus compinches. Los que pretendieron erradicar al pueblo saharaui con bombardeos de napalm y fósforo blanco. A modo de ejemplo, en septiembre de 2012 fallecía en accidente de tráfico, entre Dajla y Bojador, Idris Benslimane, uno de los personajes que dominaba la pesca en la región de Dajla, gracias a la influencia de su tío, el general de la Gendarmería real marroquí Housni Benslimane e imputado por genocidio contra el pueblo saharaui ante la Audiencia Nacional. Hay que recordar que la Primavera Arabe tuvo su inicio en el Campamento Gdeim Izyk, como protesta por la falta de trabajo de los saharauis y el expolio de sus recursos. Hoy 21 de los líderes del campamento permanecen en prisión condenados ilegítima e injustamente por un tribunal militar marroquí, a pesar de que el Parlamento Europeo exija “la liberación de todos los presos políticos saharauis”. Si la esquizofrenia del Parlamento Europeo es preocupante, mayor indignación produce el voto de los europarlamentarios españoles, a las traiciones del PP/PSOE (exceptuando a Vicente Garcés) se añaden las claudicantes abstenciones de CDC, UPYD y PNV. Los europarlamentarios españoles que, con su voto, favorecieron la aprobación de este acuerdo, a pesar de la responsabilidad histórica de España, en lugar de contribuir a la solución del conflicto han pasado a formar parte del problema. Una nueva felonía al pueblo saharaui que no debe quedar sin respuesta en las próximas elecciones europeas que se celebrarán en el 2014.

Luis Mangrané Cuevas.
Observatorio aragonés para el Sahara Occidental

miércoles, 8 de enero de 2014

Finalmente, Marruecos condena a Mohamed Dihani a cinco años de cárcel


Todos los esfuerzos, toda la esperanza e ilusión de la familia y amigos de Mohamed Dihani se han vuelto a truncar esta mañana tras escuchar el veredicto de la sala de la Corte de Salé (Rabat) encargada de juzgar delitos de terrorismo. Hoy, tras la anulación del anterior juicio por parte del Tribunal Supremo de Marruecos, la sentencia en firme ha sido la máxima que permitía aplicar la ley del reino alauita para los cargos que se le imputan y de los cuales es claramente inocente: cinco años.
El caso de Mohamed Dihani es un caso paradigmático de la manipulación del reino de Mohamed VI de la lucha del Pueblo Saharaui. Para adecuarse a la geopolítica actual, la posterior a la guerra fría, Marruecos ya no acusa de "comunistas" a los saharauis. Ahora su estrategia pasa por hacer creer a la opinión internacional de que son "yihadistas".
Al juicio, además de la familia y de miembros de la ASDVH como Brahim Dahane, también han asistido miembros del Observatorio Aragonés para el Sahara Occidental en calidad de observadores. Tras salir del juicio, los juristas aseguran que en este caso "no se han dado las garantías necesarias" y destacan sobre todo que en el juicio de esta mañana el presidente del Tribunal no ha tenido en cuenta una prueba fundamental presentada por el abogado defensor de Mohamed Dihani. Se trataba de un dictamen emitido por el grupo de Naciones Unidas que estudia las desapariciones forzosas, en el cual se mandataba a Marruecos la liberación inmediata de Mohamed Dihani, así como la necesidad de compensarlo por el padecimiento que se le ha causado, tanto a él como a su familia.
Si Marruecos ignora y no acata los dictámenes de la ONU, su actitud desafiante con el respeto a los derechos humanos debería ser sancionada.
El único consuelo es que los años que Mohamed Dihani ha permanecido en la cárcel computarán como parte de la pena impuesta esta mañana, por lo que, en apenas dos años, y si Marruecos no lo impide, el joven saharaui podrá volver a El Aaiun con los suyos.